6 de septiembre de 2007

En los bajos fondos

Este fin de semana tuve una experiencia bastante particular. De aquellas que hay que vivir una vez en la vida al menos.

Este fin de semana teniamos visitas en el dpto que querian conocer "the real NYC", asi que teniamos mucho que hacer al dia siguiente.

Nuestra primera parada fue Soho, barrio trendy, con muchas tiendas y donde por supuesto caimos en la tentacion de comprar cosas. Mas que mal, eramos tres mujeres y un hombre que poca voz y nulo voto tenia al momento de decidir si entrabamos a una tienda o no. Sin embargo, fue en nuestra segunda parada donde nos acercamos a lo que ellos estaban buscado. Y esa segunda parada fue Chinatown.

Ahora bien. Ustedes se preguntaran: que tiene Chinatown de bajor fondos? Bueno, pues ir a comprar a Chinatown es como ir a comprar a China: la cantidad de cosas falsificadas que hay es increible. Pero ya que estabamos ahi, teniamos que probar. Asi que paramos a mitad de cuadra, hicimos plan para no perdernos y quedamos listos para, cuando el primer oriental nos dijo "Gucci Gucci" cuando pasabamos a su lado, mi amiga N reacciono, nos detuvo a todos y le dijo que si al oriental.

Y ahi empezo esta verdadera escena de pelicula.

El primer oriental llamo a un segundo, que nos llevo por unas calles, donde nos entrego a un tercer oriental, quien partio con nosotros detras, mientras unas chicas que venian en sentido contrario con una misteriosa bolsa negra, le hacia una senal con el pulgar hacia arriba. Un oriental mas de distancia, y nos hicieron bajar a una bodega donde habian muchas carteras y una china, quien no hablaba ingles, pero contaba perfecto en espanol. Y negociaba bastante bien. Al final compramos carteras, pero sin los logos, asi que tecnicamente no es falsificacion, sino solo copia de modelo. Mas que mal, quien nos iba a creer que de un dia al otro tendriamos dinero para comprar una Prada?

Pero la historia no para ahi. Porque felices con nuestra experiencia, otra amiga decidio que podiamos ver como son los relojes que nos dimos cuenta que ofrecian en el camino. Asi que al primero que dijo "Rolex" le dijimos que si. Y si la otra nina no hablaba ingles, este menos, al extremo que no lograbamos hacerle entender que queriamos un reloj cuadrado y no redondo.

Asi las cosas, decidimos que no era la persona apropiada y seguimos caminando. Con tan mala suerte que llegamos donde otro vendedor que no acepto un no por respuesta cuando le dijimos que no estabamos interesados, e incluso trato de vendernos unas tortugas enanas que por algn motivo tambien tenia. Seguimos negando interes mientras caminabamos hacia el metro, un poco asustados, para ser sincera.

Ya estabamos en el anden del metro, esperando que pasara para volver a casa, cuando nuestro amigo dice como broma "mira, ahi viene el negrito" (es que el vendedor era de color). Cual seria nuestra sorpresa cuando, minutos mas tarde, vemos al vendedor bajando por las escaleras del metro! Y entrando al anden a intentar vendernos otro reloj (aunque ya no las tortugas). En ese momento ya nos veiamos atacados por este vendedor insistente y solo pudimos decir que no estabamos interesados y no y no, mientras nos ibamos hacia otra linea del metro que estaba en la misma estacion.

Ahi solo nos sentimos seguros una vez arriba del metro, camino a casa. Y finalmente compramos un reloj en una tienda de descuentos, donde una amable vendedora nos mostro todo lo que quisimos pedir y no reclamo cuando solo uno compro.

Asi que la leccion es que efectivamente en Chinatown encuentras de todo, partiendo por los vendedores mas aterradores que he visto en mi vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajjaj me imagino la experiencia, es que yo ni en chile me meto a los barrios donde venden miles de cosas, ni por baratos, me da susto, además si no compras se enojan, no no no, prefiero lo conocido, pero me encantó tu historia, hasta me imaginé por todo lo que pasaste, cariños te sigo visitando....

Alejandra dijo...

Jajaja, eso es lo que se llama un exhaustivo servicio post venta... Qué miedo en todo caso, a mí ya me aburren cuando una está dentro de la tienda y se acercan a preguntarte "¿La puedo ayudar en algo?", imagínate cómo me pongo si me acosan así. Nada mejor que comprar sin que te molesten y con tiempo para pensar.
Pero ir a Soho y a Chinatown ¡qué suerte! Yo creo que me lo compraría todo, tendrían que sacarme a la rastra... saludos y buen fin de semana!

Vico dijo...

Me encanto el tour, leer este blog es como estar en NYork. Ojala sigas contando mas historias de esa ciudad que adoro...