16 de julio de 2007

Leaving Chicago

No me voy de esta ciudad con la resignación de los visitantes en tránsito
Me dejo atar, fascinado por ella
a los recuerdos del presente:
cosas que no tuvieron, por definición, un futuro
pero que, ciertamente, llegaron a envejecer, pues las dejo a sabiendas
de que son, tal vez, las últimas elaboraciones del deseo,
los caprichos lábiles que preanuncian la vejez.(...)

(Pena de Extrañamiento. Enrique Lihn)

Lo se, el poema se refiere a Nueva York y no a Chicago, pero al enfrentarme a las ultimas horas de mi estadía acá, no puedo evitar sentirme identificada.

Llegue a esta ciudad el 30 de agosto del año pasado y mas de 10 meses después debo dejarla. Y aun no me voy y ya la extraño. ¿Me imagine cuando llegue acá que este tiempo se convertiría en lo que fue? Honestamente, la respuesta es no. Jamás creí sobrevivir sin mis amigos, sin mi familia, sin las comodidades a las que estaba acostumbrada en mi vida en Chile. Jamás me creí eso de que la distancia todo lo cura (¿o es el tiempo?). Y jamás pensé que podría pensar en este lugar como mi hogar. Y es precisamente eso lo que ha pasado.

He sumado tantas cosas a mi existencia acá: he encontrado excelentes amigos que se lo serán por toda mi vida, he superado una historia que se estaba volviendo karmatica y que en cierta forma yo misma me negaba a superar, he disfrutado mis soledades y he enfrentado temores. Me metí en líos sin darme cuenta y salí de ellos sin cicatrices, aunque con una planta muerta. Me atreví a fijarme en el tipo de hombre que siempre he pensado fuera de mi alcance y tengo una historia, que puede o no que continúe, pero que valió la pena y ha sido demasiado entretenida. Bueno, aun estoy trabajando en aceptar que puedo tener derecho a exigir algo mas si es que es lo que quiero, pero nadie dijo que tenía que resolver todos mis temas mientras estuviera en Chicago.

Así que una vez mas me voy, aunque esta vez, a diferencia de la vez pasada, no hay remordimientos por lo que ha sido mi vida en esta locación. No hay personas de quienes despedirse por mail porque no te atreves a decir adiós en vivo y en directo y no hay regalos de despedida que lleguen días después de que te fuiste. Solo hay nostalgia por lo que se vivió, especialmente porque todas aquellas personas ya no estarán acá, sino que todos seguiremos con nuestras vidas en distintas latitudes, donde sea que nuestros caminos nos lleven, con la única esperanza de encontrarnos alguna vez. Y con la enorme alegría de saber que algunos seguirán conmigo en una nueva aventura, esta vez con NYC de fondo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

holaaaa vine a agradecer que hayas colocado el link en tu página, ayudar a difundir es una de las cosas que permitirán a más gente tomar conciencia de esto y ayudar a eliminar a estos enfermos del mapa, respecto a tu escrito, es una alegría dejar un lugar sin remordimientos, sin miedos, sin penas lo rico que aprendiste a superar lo que te tenía complicada, encontraste buenos amigos los cuales seguro mantendrás y ahora a vivir una nueva aventura, toda la suerte del mundo para ti... te sigo visitando cariños

A. Harlan dijo...

Ya lo decian por ahí, ten cuidado con los pies, pues nunca se sabe donde te conducirán....(más si ahora en NYC, estaran dentro de unas sandalias Gucci)

Saludos y suerte

Niña Incógnita dijo...

Salir a conocer un nuevo mundo, es todo un desafío, y en tu caso se nota que ha sido un éxito, encontraste no sólo un nuevo mundo, sino un hogar, de seguro es una etapa de tu vida que te servirá mucho para enfrentar todo lo nuevo que se aproxime,

saludos!

Anónimo dijo...

gracias por tus palabras en mi blog, sabes tengo la vela del bautizo, voy a probar, no pierdo nada, pq no ha mejorado mucho y la esperanza es lo último que se pierde, cariños y gracias nuevamente..... un abrazo

இலை Bohemia இலை dijo...

Gracias por tu paso por mi blog, así como por tu comentario. Voy a seguir leyendo por aquí...

Un abrazo y vuelve cuando quieras...